lunes, 17 de diciembre de 2012

84
Estamos entrando en nuestra semana cultural, que este año está dedicada a  Polonia, he realizado una unidad didáctica que haremos en clase sobre los cuentos de La vida difícil  del autor polaco Slawomir Mrozek. Este autor fue un dramaturgo y autor de cuentos muy crítico, tanto con el comunismo, como con el capitalismo. Como aperitivo os pongo estos dos enlaces, la representación del cuento La revolución por Miguel Rellán:
La revolución
y el  anuncio de una obra de teatro, es un pequeño resumen de la obra de teatro:
En alta mar

jueves, 6 de diciembre de 2012


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En 12º y 12º BI vamos a practicar con esta prueba:

OPCIÓN A

Jóvenes en serie

                Un pijo es un chaval que tapa una parte sustancial de su visión con un largo flequillo y mantiene los pantalones en un nivel del trasero que permita ver los calzoncillos (de marca, claro). Los pantalones de los pijos son un misterio de equilibrio casi mágico, como el caso de esos borrachos que se bambolean peligrosamente, pero nunca se caen.
                El rockero es reconocible por el invariable color negro de sus camisetas (nunca camisas), sus zapatillas de lona y cierto aire de camionero rudo.
                También es fácilmente reconocible el emo, con sus oscuras ojeras, su atuendo fúnebre con algún toque colorista y su aspecto de anémico crónico.
                El mod cuida exquisitamente sus ropas y complementos. Gafas y relojes de diseño. Su vehículo favorito es una moto Vespa con numerosos espejos. Vive el lujo como una segunda vida, paralela a la vida real (?) en la que puede ser camarero o empleado de banca, nunca el divino dandy a lo Oscar Wilde en que se convierte.
                Se definen por su atuendo, sus gustos musicales y los lugares de ocio que frecuentan. Todos son hijos de una sociedad urbana y, a pesar de las carencias que existen, opulenta. Cada uno de ellos se reúne con sus iguales. Forman grupos, tribus. Lo que me parece un dato sociológico curioso es que estos grupos no se configuren, como hasta hace poco ha sido lo normal en nuestra sociedad occidental, desde criterios sociales y económicos. No se trata de una división en clases o estamentos. Tampoco desde criterios ideológicos, éticos o religiosos. No son partidos, grupos de presión o sectas. Su elección se sitúa, de forma deliberada, en un estrato más superficial, más externo. Se trata de estética, de preferencias personales, de gustos.
                El hombre necesita integrarse en un grupo; necesita un nosotros que se oponga a un ellos. En una sociedad que lima todas las diferencias, que acorta todas las distancias, parece que esta necesidad se vuelve perentoria. Atrás quedaron las guerras de religión (hablo de Occidente) y la lucha de clases se apaga en esa opulent society de la que habla Galbraith. Ni siquiera la nación, en este mundo globalizado, constituye ya un límite claro, un aglutinante de personas que tienen algo en común. El relativismo moral hace casi imposible que una toma de posición ética configure un grupo humano. ¿Qué queda a nuestros jóvenes? Mirarse al espejo. Elevar sus preferencias estéticas a la categoría de principios éticos y agruparse según este canon alicorto y modesto, pero seguro. Eso, o hacerse fans de un equipo de fútbol.

Tomás Salas, en Ymálaga, 01/08/2011

Responda a las siguientes cuestiones:
1. Identifique las ideas del texto, exponga de forma concisa su organización e indique razonadamente su estructura. (1.5 puntos)
2. Explique la intención comunicativa del autor (0.5 puntos) y comente dos mecanismos de cohesión distintos que refuercen la coherencia textual. (1 punto)
3. ¿Los jóvenes actuales son individualistas o solidarios con los demás en esta sociedad? Elabore un discurso argumentativo, de entre 200 y 250 palabras, en respuesta a esta pregunta, eligiendo el tipo de estructura que considere adecuado. (2 puntos)
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En 9º durante las Navidades realizarán el siguiente trabajo:
Un trabajo de expresión escrita creativa, una narración de un máximo de 500 palabras, más una justificación de una extensión máxima de 300 palabras donde se comente el texto creado. Será necesario que apliquen los conocimientos sobre la narración, se incluirán párrafos en estilo directo, estilo indirecto y estilo indirecto libre, el tipo de narrador será a elección del alumno, pero debe exponer cuál es en la justificación. Se entregará el 11 de enero, se hará de forma escrita, no digital, para revisar la ortografía y puntuación. El tema será libre.
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En 11º BI estudiaremos después el Renacimiento cristiano o segundo Renacimiento con dos autores:
Fray Luis de León, donde la teoría saldrá de http://www.cervantesvirtual.com/bib/bib_autor/frayluisdeleon/
y de él comentaremos los siguientes textos:
Oda a la vida solitaria
Oda a Francisco Salinas (si queréis escuchar la música de Francisco Salinas lo puedes hacer aquí)
En la ascensión
San Juan de la Cruz y su poesía mística lo estudiaremos en http://www.cervantesvirtual.com/bib/bib_autor/sjuandelacruz/
y de él comentaremos los siguientes textos:
Llama de amor viva
Noche oscura del alma
Cántico espiritual
80
En 11º tras los temas de Lengua, vamos a entrar en la lírica renacentista, para ello vamos a ver una página cuyo propio nombre me parece muy apropiado, el día que nos hicimos italianos:
El día en que nos hicimos italianos
Tras ello trabajaremos la obra de Garcilaso de la Vega.



Para ello toda la información la sacaremos de esta página:
http://www.garcilaso.org/
y en este video:

en ella buscaremos los siguientes textos dentro de esa página:
Soneto I
Soneto IV
Soneto V
Soneto X
Soneto XI
Soneto XIII
Soneto XV
Soneto XXIII
Soneto XXV
Soneto XXIX
Soneto XXXVIII
Canción V
y la maravillosa  égloga I

lunes, 3 de diciembre de 2012

79
En 9º tras el PMC veremos brevemente la introducción y el milagro de la abadesa preñada (página 90) de la obra de Gonzalo  de Berceo
Milagros de Nuestra Señora de aquí analizaremos la introducción para ver la alegoría y el milagro de la abadesa preñada.
Del Libro de Buen  amor nos remitiremos a la página www.aula de letras.net:
Libro de Buen Amor
78
En 10º vamos a comentar los siguientes poemas:

Poemas de Antonio Machado.
Poema I


Está en la sala familiar, sombría,
y entre nosotros, el querido hermano
que en el sueño infantil de un claro día
vimos partir hacia un país lejano.

Hoy tiene ya las sienes plateadas,
un gris mechón sobre la angosta frente,
y la fría inquietud de sus miradas
revela un alma casi toda ausente.

Deshójanse las copas otoñales
del parque mustio y viejo.
La tarde, tras los húmedos cristales,
se pinta, y en el fondo del espejo.

El rostro del hermano se ilumina
suavemente. ¿Floridos desengaños
dorados por la tarde que declina?
¿Ansias de vida nueva en nuevos años?

¿Lamentará la juventud perdida?
Lejos quedó —la pobre loba— muerta.
¿La blanca juventud nunca vivida
teme, que ha de cantar ante su puerta?

¿Sonríe el sol de oro
de la tierra de un sueño no encontrada;
y ve su nave hender el mar sonoro,
de viento y luz la blanca vela hinchada?

Él ha visto las hojas otoñales,
amarillas, rodar, las olorosas
ramas del eucalipto, los rosales
que enseñan otra vez sus blancas rosas

Y este dolor que añora o desconfía
el temblor de una lágrima reprime,
y un resto de viril hipocresía
en el semblante pálido se imprime.

Serio retrato en la pared clarea
todavía. Nosotros divagamos.
En la tristeza del hogar golpea
el tictac del reloj. Todos callamos.



Poema II


Fue una clara tarde, triste y soñolienta
tarde de verano. La hiedra asomaba
al muro del parque, negra y polvorienta...

          La fuente sonaba.
    Rechinó en la vieja cancela mi llave;
con agrio ruido abrióse la puerta
de hierro mohoso y, al cerrarse, grave
golpeó el silencio de la tarde muerta.
 En el solitario parque, la sonora
copia borbollante del agua cantora
me guió a la fuente. La fuente vertía
sobre el blanco mármol su monotonía.

    La fuente cantaba: ¿Te recuerda, hermano,
un sueño lejano mi canto presente?
Fue una tarde lenta del lento verano.

          Respondí a la fuente:
No recuerdo, hermana,
mas sé que tu copla presente es lejana.

    Fue esta misma tarde: mi cristal vertía
como hoy sobre el mármol su monotonía.
¿Recuerdas, hermano?... Los mirtos talares,
que ves, sombreaban los claros cantares
que escuchas. Del rubio color de la llama,
el fruto maduro pendía en la rama,
lo mismo que ahora. ¿Recuerdas, hermano?...
Fue esta misma lenta tarde de verano.

    —No sé qué me dice tu copla riente
de ensueños lejanos, hermana la fuente.

    Yo sé que tu claro cristal de alegría
ya supo del árbol la fruta bermeja;
yo sé que es lejana la amargura mía
que sueña en la tarde de verano vieja.

    Yo sé que tus bellos espejos cantores
copiaron antiguos delirios de amores:
mas cuéntame, fuente de lengua encantada,
cuéntame mi alegre leyenda olvidada.

    —Yo no sé leyendas de antigua alegría,
sino historias viejas de melancolía.

    Fue una clara tarde del lento verano...
Tú venías solo con tu pena, hermano;
tus labios besaron mi linfa serena,
y en la clara tarde dijeron tu pena.

    Dijeron tu pena tus labios que ardían;
la sed que ahora tienen, entonces tenían.

    —Adiós para siempre la fuente sonora,
del parque dormido eterna cantora.
Adiós para siempre; tu monotonía,
fuente, es más amarga que la pena mía.

    Rechinó en la vieja cancela mi llave;
con agrio ruïdo abrióse la puerta
de hierro mohoso y, al cerrarse, grave
sonó en el silencio de la tarde muerta.



Poema III


El limonero lánguido suspende
una pálida rama polvorienta
sobre el encanto de la fuente limpia,
y allá en el fondo sueñan
los frutos de oro...

                    Es una tarde clara,
casi de primavera,
tibia tarde de marzo
que el hálito de abril cercano lleva;
y estoy solo, en el patio silencioso,
buscando una ilusión cándida y vieja:
alguna sombra sobre el blanco muro,
algún recuerdo, en el pretil de piedra
de la fuente dormido, o, en el aire,
algún vagar de túnica ligera.

  En el ambiente de la tarde flota
ese aroma de ausencia,
que dice al alma luminosa: nunca,
y al corazón: espera.

  Ese aroma que evoca los fantasmas
de las fragancias vírgenes y muertas.

  Sí, te recuerdo, tarde alegre y clara,
casi de primavera,
tarde sin flores, cuando me traías
el buen perfume de la hierbabuena,
y de la buena albahaca,
que tenía mi madre en sus macetas.

  Que tú me viste hundir mis manos puras
en el agua serena,
para alcanzar los frutos encantados
que hoy en el fondo de la fuente sueñan...
 Sí, te conozco, tarde alegre y clara,
casi de primavera.




Poema IV
Daba el reloj las doce... y eran doce
golpes de azada en tierra...

        ... ¡Mi hora! —grité— ... El silencio
me respondió: —No temas;
tú no verás caer la última gota
que en la clepsidra tiembla.

        Dormirás muchas horas todavía
sobre la orilla vieja
y encontrarás una mañana pura
amarrada tu barca a otra ribera.

Poema V


La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.
     Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil...
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril.
     Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
—recordé—, yo he maldecido
mi juventud sin amor.
     Hoy, en mitad de la vida,
me he parado a meditar...
¡Juventud nunca vivida,
quién te volviera a soñar!
(Soledades, galerías y otros poemas)



Poema VI


Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
y un huerto claro donde madura el limonero;
mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
mi historia, algunos casos que recordar no quiero.

Ni un seductor Mañara, ni un Bradomín he sido
—ya conocéis mi torpe aliño indumentario—,
más recibí la flecha que me asignó Cupido,
y amé cuanto ellas puedan tener de hospitalario.

Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Adoro la hermosura, y en la moderna estética
corté las viejas rosas del huerto de Ronsard;
mas no amo los afeites de la actual cosmética,
ni soy un ave de esas del nuevo gay-trinar.

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos,
y escucho solamente, entre las voces, una.

¿Soy clásico o romántico? No sé. Dejar quisiera
mi verso, como deja el capitán su espada:
famosa por la mano viril que la blandiera,
no por el docto oficio del forjador preciada.

Converso con el hombre que siempre va conmigo
—quien habla solo espera hablar a Dios un día—;
mi soliloquio es plática con ese buen amigo
que me enseñó el secreto de la filantropía.

Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito.
A mi trabajo acudo, con mi dinero pago
el traje que me cubre y la mansión que habito,
el pan que me alimenta y el lecho en donde yago.

Y cuando llegue el día del último vïaje,
y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
me encontraréis a bordo ligero de equipaje,
casi desnudo, como los hijos de la mar.



Poema VII
ORILLAS DEL DUERO



      Se ha asomado una cigüeña a lo alto del campanario.
Girando en torno a la torre y al caserón solitario,
ya las golondrinas chillan. Pasaron del blanco invierno,
de nevascas y ventiscas los crudos soplos de infierno.

                Es una tibia mañana.
El sol calienta un poquito la pobre tierra soriana.

      Pasados los verdes pinos,
casi azules, primavera
se ve brotar en los finos
chopos de la carretera
y del río. El Duero corre, terso y mudo, mansamente.
El campo parece, más que joven, adolescente.

      Entre las hierbas alguna humilde flor ha nacido,
azul o blanca. ¡Belleza del campo apenas florido,
y mística primavera!

      ¡Chopos del camino blanco, álamos de la ribera,
espuma de la montaña
ante la azul lejanía,
sol del día, claro día!
¡Hermosa tierra de España!.



Poema VIII


LAS ENCINAS

A los señores de Masriera,
en recuerdo de una expedición a El Pardo.

    ¡Encinares castellanos
en laderas y altozanos,
serrijones y colinas
llenos de oscura maleza,
encinas, pardas encinas;
humildad y fortaleza!
      Mientras que llenándoos va
el hacha de calvijares,
¿nadie cantaros sabrá,
encinares?
      El roble es la guerra, el roble
dice el valor y el coraje,
rabia inmoble
en su torcido ramaje;
y es más rudo
que la encina, más nervudo,
más altivo y más señor.
      El alto roble parece
que recalca y ennudece
su robustez como atleta
que, erguido, afinca en el suelo.
      El pino es el mar y el cielo
y la montaña: el planeta.
La palmera es el desierto,
el sol y la lejanía:
la sed; una fuente fría
soñada en el campo yerto.
      Las hayas son la leyenda.
Alguien, en las viejas hayas,
leía una historia horrenda
de crímenes y batallas.
      ¿Quién ha visto sin temblar
un hayedo en un pinar?
Los chopos son la ribera,
liras de la primavera,
cerca del agua que fluye,
pasa y huye,
viva o lenta,
que se emboca turbulenta
o en remanso se dilata.
En su eterno escalofrío
copian del agua del río
las vivas ondas de plata.
      De los parques las olmedas
son las buenas arboledas
que nos han visto jugar,
cuando eran nuestros cabellos
rubios y, con nieve en ellos,
nos han de ver meditar.
      Tiene el manzano el olor
de su poma,
el eucalipto el aroma
de sus hojas, de su flor
el naranjo la fragancia;
y es del huerto
la elegancia
el ciprés oscuro y yerto.
      ¿Qué tienes tú, negra encina
campesina,
con tus ramas sin color
en el campo sin verdor;
con tu tronco ceniciento
sin esbeltez ni altiveza,
con tu vigor sin tormento,
y tu humildad que es firmeza?
      En tu copa ancha y redonda
nada brilla,
ni tu verdioscura fronda
ni tu flor verdiamarilla.
      Nada es lindo ni arrogante
en tu porte, ni guerrero,
nada fiero
que aderece su talante.
Brotas derecha o torcida
con esa humildad que cede
sólo a la ley de la vida,
que es vivir como se puede.
      El campo mismo se hizo
árbol en ti, parda encina.
Ya bajo el sol que calcina,
ya contra el hielo invernizo,
el bochorno y la borrasca,
el agosto y el enero,
los copos de la nevasca,
los hilos del aguacero,
siempre firme, siempre igual,
impasible, casta y buena,
¡oh tú, robusta y serena,
eterna encina rural
de los negros encinares
de la raya aragonesa
y las crestas militares
de la tierra pamplonesa;
encinas de Extremadura,
de Castilla, que hizo a España,
encinas de la llanura,
del cerro y de la montaña;
encinas del alto llano
que el joven Duero rodea,
y del Tajo que serpea
por el suelo toledano;
encinas de junto al mar
—en Santander—, encinar
que pones tu nota arisca,
como un castellano ceño,
en Córdoba la morisca,
y tú, encinar madrileño,
bajo Guadarrama frío,
tan hermoso, tan sombrío,
con tu adustez castellana
corrigiendo,
la vanidad y el atuendo
y la hetiquez cortesana!...
Ya sé, encinas
campesinas,
que os pintaron, con lebreles
elegantes y corceles,
los más egregios pinceles,
y os cantaron los poetas
augustales,
que os asordan escopetas
de cazadores reales;
mas sois el campo y el lar
y la sombra tutelar
de los buenos aldeanos
que visten parda estameña,
y que cortan vuestra leña
con sus manos.

Poema IX


He vuelto a ver los álamos dorados,
álamos del camino en la ribera
del Duero, entre San Polo y San Saturio,
tras las murallas viejas
de Soria —barbacana
hacia Aragón, en castellana tierra—.

Estos chopos del río, que acompañan
con el sonido de sus hojas secas
el son del agua, cuando el viento sopla,
tienen en sus cortezas
grabadas iniciales que son nombres
de enamorados, cifras que son fechas.

¡Álamos del amor que ayer tuvisteis
de ruiseñores vuestras ramas llenas;
álamos que seréis mañana liras
del viento perfumado en primavera;
álamos del amor cerca del agua
que corre y pasa y sueña,
álamos de las márgenes del Duero,
conmigo vais, mi corazón os lleva!



Poema X


Soñé que tú me llevabas
por una blanca vereda,
en medio del campo verde,
hacia el azul de las sierras,
hacia los montes azules,
una mañana serena.

  Sentí tu mano en la mía,
tu mano de compañera,
tu voz de niña en mi oído
como una campana nueva,
como una campana virgen
de un alba de primavera.

¡Eran tu voz y tu mano,
en sueños, tan verdaderas!...

Vive, esperanza, ¡quién sabe
lo que se traga la tierra!.



Poema XI


A JOSÉ MARÍA PALACIO

Palacio, buen amigo,
¿está la primavera
vistiendo ya las ramas de los chopos
del río y los caminos? En la estepa
del alto Duero, Primavera tarda,
¡pero es tan bella y dulce cuando llega!...

¿Tienen los viejos olmos
algunas hojas nuevas?

Aún las acacias estarán desnudas
y nevados los montes de las sierras.

¡Oh mole del Moncayo blanca y rosa,
allá, en el cielo de Aragón, tan bella!

¿Hay zarzas florecidas
entré las grises peñas,
y blancas margaritas
entre la fina hierba?

Por esos campanarios
ya habrán ido llegando las cigüeñas.

Habrá trigales verdes,
y mulas pardas en las sementeras,
y labriegos que siembran los tardíos
con las lluvias de abril. Ya las abejas
libarán del tomillo y el romero.

¿Hay ciruelos en flor? ¿Quedan violetas?

Furtivos cazadores, los reclamos
de la perdiz bajo las capas luengas,
no faltarán. Palacio, buen amigo,

¿tienen ya ruiseñores las riberas?

Con los primeros lirios
y las primeras rosas de las huertas,
en una tarde azul, sube al Espino,
al alto Espino donde está su tierra...

Baeza, 29 de abril de 1913

76
En 12º y 12º BI vamos a trabajar los  textos periodísticos, os he mandado al correo los temas de periodismo, tenéis que  estudiarlos, vamos a realizar una prueba de comentario de texto periodístico antes de irnos de vacaciones de Navidad.
75
En 11º BI vamos a preparar durante estas vacaciones de Navidad el siguiente trabajo:

Presentación de un tema durante 10-15 minutos, seleccionado por el estudiante, sobre Don Quijote de la Mancha. Se atenderán especialmente los siguientes capítulos:
Primera parte: 1, 2, 3, 4, 7, 8, 18, 22, 23, 47, 48, 49 y 52.
Segunda parte: 1, 8, 9, 10, 12, 13, 14, 15, 31, 32, 34, 35, 42, 53, 61, 64, 65, 66, 71 y 74.
Se valorarán los siguientes aspectos:
-           Conocimiento y comprensión de un pasaje de una obra.
-           Presentación.
-           Uso del lenguaje. 
Empezaremos a exponer por orden alfabético inverso el 14 de enero.
Algunos ejemplos del año pasado fueron: La mujer en el Quijote, Lugares del Quijote, Los refranes en el Quijote, El Quijote¿una obra religiosa?, El escrutinio de la Biblioteca, Realidad versus locura en El Quijote.
Podéis leerlo en este Quijote interactivo

martes, 20 de noviembre de 2012

74
En 11º vamos a estudiar literatura medieval culta del siglo XV:

En primer lugar vamos a estudiar a Jorge Manrique lo dividiremos en dos la teoría la veremos en:
Teoría Jorge Manrique

y estudiaremos las coplas en:
Coplas a la muerte de su padre

Documental Jorge Manrique

Tras ello veremos el Decamerón de Bocaccio, estudiaremos la jornada séptima, he incluido una imagen de mi  pintor  favorito, el prerafaelita Waterhouse:
Texto Decamerón con especial dedicación a la jornada séptima.
El Decameron de Giovanni Boccaccio una joya de la literatura universal.htm

Finalmente veremos la teoría de  La Celestina, al final de esta página tenemos los enlaces a la obra, pero también el texto completo está aquí Texto completo de La Celestina y la podéis ver en la magnífica adaptación de La Celestina 


Comentario de texto del acto III
Comentario de texto acto IV
comentario de texto acto X



73 Renovado
Esquema del teatro del siglo XX hasta 1939
Tema 13
Teatro comercial
Teatro poético en verso: 
Eduardo MarquinaEn Flandes se ha puesto el sol.
Francisco VillaespesaLa leona de Castilla
Hermanos MachadoLa Lola se va a los puertos, La Duquesa de Benamejí. (ampliar)
Teatro cómico 
Hermanos Álvarez QuinteroMalvaloca
Pedro Muñoz Seca: el astracán, La venganza de don Mendo.
Carlos Arniches La señorita de Trévelez
Comedia burguesa o de salón
Jacinto Benavente
Interiores burgueses urbanos, el nido ajeno
Interiores rurales La malquerida
Los intereses creados, personajes arquetípicos.

Teatro de renovación.
Unamuno
Teatro desnudo, Fedra, Raquel encadenada (acerca de la maternidad frustrada)
AzorínLo invisible (diálogo, reducción de las acotaciones)
Valle Inclán
Dramas decadentistas o teatro poético: Marqués de Bradomín, Yermo de las almas
Ciclo mítico, dramas de ambiente rural y galaico: Comedias bárbaras, Divinas palabras
Ciclo de la farsa: Farsa y licencia de la reina castiza
Esperpento. Definición. Luces de Bohemia

Tema 14
García Lorca:
El maleficio de la mariposa
Drama histórico Mariana Pineda
Farsas La zapatera prodigiosa
Doña Rosita la soltera
Comedias imposibles, influencia surrealista Así que pasen cinco años, El público

Tragedias: Bodas de sangre, Yerma, La casa de Bernarda Alba.
72
En 10º vamos a presentar el modernismo y el 98 a través de la magnífica página aula de letras:
Teoría del modernismo y 98

Para entender esta concepción vamos a leer un cuento de Rubén Darío
El rey burgués

Vamos a comentar los siguientes poemas de Rubén Darío
A Roosvelt
A un cruzado caballero
Autumnal
Canción de otoño en primavera
Caupolicán
Cosas del Cid
Marcha triunfal
A Margarita Debayle
Ite, misa est
De invierno
De otoño
La cabeza del Rawí
Sonatina
Yo persigo una forma
Yo soy aquel que ayer no más decía
Walt Whitman
Venus


71
En 9º vamos a estudiar el Poema de Mio Cid como ejemplo de Mester de juglaría. Lo vamos a trabajar a partir de estos enlaces
Poema de Mio Cid en Cervates virtual

Teoría del Cantar de mio Cid

Del texto que se encuentra en:
Texto del Poema de Mio Cid
vamos a trabajar el Cantar 1º 1, 2, 3 hasta el episodio de la niña.
batalla de Alcocer 29, 35, 48
Cantar 2º visita del Cid al rey y petición de mano 104
Cantar 3º afrenta de Corpes y consecuencias 112, 124, 128, 139 y final 152.
70
En 9º vamos a estudiar la narración a partir de esta página:
teoría y práctica de la narración


El diálogo. Estilo directo e indirecto
El diálogo consiste en una conversación entre dos o más personas denominadas interlocutores. Dos personas que se intercambian opiniones, pensamientos... Se caracteriza por frases cortas y sin complejidad. Se pueden omitir palabras o cometer errores ya que se hace de forma oral.
El diálogo se mantiene oralmente pero también se puede reproducir por escrito, para ello se emplean los géneros narrativos, especialmente el cuento o la novela, y es el medio usado para escribir teatro. El diálogo escrito se puede presentar de dos formas: con estilo directo o indirecto:
Estilo directo reproduce las palabras exactas de los interlocutores, para indicarlo se colocan guiones, o bien se encierran las expresiones textuales entre comillas. Un ejemplo de lo anteriormente explicado lo encuentras en la obra de Eduardo Mendoza "La ciudad de los prodigios":
- ¿Qué hora es? - preguntó Onofre.
- Las cinco y media, poco más o menos - respondió el cura -. Eh, ¿qué haces? -agregó viendo que Onofre intentaba levantarse.
- He de ir a la Exposición -respondió éste.
- Olvídate de la Exposición. Tendrá que pasar sin ti -dijo mosén Bizancio.

Estilo indirecto, en cambio, reproduce la conversación pero no de forma textual. Observa este ejemplo en la obra de Miguel Delibes "El hereje":
Don Bernardo replicaba que las cosas marchaban solas y había que dejarlas; que el secreto de la vida estribaba en poner las cosas a funcionar y dejarlas luego para que avanzasen a su ritmo. Pero Ignacio argumentaba que tenía el almacén abandonado y que a Dionisio Manrique le faltaban luces para sustituirle.
En el texto hablan dos personajes, pero sus palabras no se reproducen textualmente sino que se cambian las personas y los tiempos verbales. Así Ignacio habría dicho textualmente:
-"Tengo (1ª pers. presente) el almacén abandonado y a Dionisio Manrique le faltan (pres.) luces para sustituirme (1ª pers.)".
Pero en estilo indirecto se ha convertido en:
"...que tenía (3ª pers. pretérito) el almacén abandonado y que a Dionisio Manrique le faltaban (pret.) luces para sustituirle (3ª pers.)".
Tomado de

Para el estilo indirecto libre leeremos la página siguiente: